jueves, 1 de julio de 2010

El que escupe pa'rriba le cae en la cara

Dicen que el sentido común no es tan común nada. Creo que a veces esto salta a la vista ya que es sorprendente cómo la gente en su actuar se olvida (o quizás no lo sabe) del simple argumento que se atrinchera detrás de la realidad: las cosas son como son y pueden ser distintas. Otros dicen que el sentido común es invisible (en el caso de lo tengas) ya que a veces "me dices que te mire y no te veo". Pero, lo que es lamentable es que cuando el espacio del sentido común se llena con la presencia de engaños truculentos que te quieren hacer ver lo que no está, escuchar lo que no suena y hasta hablar sin palabras.

Viendo la realidad a través de la falacia, buscan convencernos de la realidad de las irrealidades convenientes (pero para ellos). De allí la vacuidad del discurso de algunos muchos, hinchado de reducciones al absurdo, en donde todos los demás son culpables de hacer lo que a ellos no les gusta. La falta de sentido común les impide ver la sencilla trama de la vida cotidiana en donde se le dice al pan, pan y al vino, vino y como el Poseidón se los lleva la ola y los voltea en el mar de la sin razón como bien dice el bolero:

"No es falta de cariño, te quiero con el alma,
y en nombre de este amor y por tu bien te digo adiós"

Los descalabros sin sentido y si te vi no me acuerdo

Según Juana, los sinsabores de la vida diaria van en aumento como el precio de la gasolina, ya que de pronto algunos y otros se han dado cuenta que no les alcanzan los "dóla pa' comé" y/ o lo que les pagan no cubre los miles de "dóla que les costó la maestría". Estos grupos desafectos a todo lo que afecte han descubierto como afectar rápidamente a los demás por medio de gritos, empujones y pellizcazos en la vía pública. No son muchos ni pocos, pero caminan rápido y en un dos por tres recorren calles y avenidas cantando y bailando al son de entonados improperios y rechiflas causando daños irreparables a los oyentes al producirles una especie de nausea cerebral. Se quejan de su miseria y de la ajena, de la hoy y la de mañana, de la ignominia de la pandilla que les rompió la vajilla.

Todos los días se presagian acciones y reacciones a las manifestaciones de los quejumbrosos, quienes liderizados por la Mayuli y la Urmila en aquelarre interminable y en berrinches incontrolables vociferan de todas maneras sin temor a la correteadera. Los que dizque enseñan lo poco que saben y quieren más dóla por hacer lo mismo y pior, han iniciado una guerra sin cuartel contra los que deben soltar el chenchén y no lo hacen, y están dispuestos a derramar hasta la última gota de lo que sea menos de guaro. Con este fin, los que se han dado en llamarse los azotamentes, recorren calles en deslucido frenesí dispuestos a soltar denuestos y puñetes a diestra y siniestra, siempre y cuando los contendientes sean más chicos y flacos. De lo contrario, a correr se ha dicho.... y si te vi no me acuerdo.

Transitar de un lado a otro de la ciudad se ha convertido en un calvario ya que no se sabe por donde andan los que no te dejan andar. La razón de la sinrazón cambia constantemente, por lo que no se sabe que ni donde ni cómo ni cuando. Por eso recomendamos utilizar los servicios del listomóvil de mi amiga Juana la Lista mientras se ordena el desorden y puedas atravesar las desafinadas procesiones y/ o los sudorosos contrafuertes humanos que con toda desmesura no dejan pasar a nadie que no sea ellos mismos. El listomóvil, está provisto de un rayo de neutrones que le permite desplazarse entre los resquicios de los electrones y protones provocando reacciones nucleares y químicas en los materiales alcanzados y su consecuente destrucción. Ante los embates de la turbamulta utiliza su arma psiónica que los combate creando explosiones mentales que pulverizan las chirriantes consignas.

El que callar no puede, hablar no sabe Seneca

Hoy he amanecido musical, por lo que he decidido regalarles la lírica reggetónica de mi nombre... "Me dicen la Juana, la Juana Peña y al que se mete conmigo lo hago leña; Es bueno que respeten a la joven meña, la que sé no va con nadie pues ella es su dueña" Y sigue la canción con el siguiente pregón: "También me dicen la callejera, la "street fighter" la que reparte puñetes en todas partes y no hay quién se lo aguante por el dolor galopante"

Radio Querosín ha estado prendida en los últimos días con todas las últimas noticias que van y vienen, entre la visita de un dizque VIP, los desaparecidos, los choques, los encuerados (as) a orillas del río y los asesinatos. Los radio-comentaristas "embuchados" de noticias, no logran desenredar el "rechinchat" de quién mató a quién, ni cómo ni donde, lo que es mucho decir, pues eso se nota........ ya que después de todo, "lo que pasó, pasó". El problema es que no todos dicen lo que saben y otros no saben lo que dicen y así entre una cosa y otra no se dice lo que hay que decir.

Entre los caminos retorcidos de la vida cotidiana, me encontré con mi sobrino Cosme quien anda arrebatado pues ahora por razones de seguridad la Asamblea de Disputados ha promulgado una ley que establece un sistema de tatuajes para identificar a los ciudadanos: buenos, malos, regulares y sin gracia. Dicen que también es una forma de acabar con el estigma del tatuaje y sacarlo de las cárceles, cantinas y barcos de mala muerte a su nuevo status de "sticker", etiqueta epidérmica. A aquellos fuera de toda sospecha se les tatuará un ángel en la nalga derecha; a los sospechosos leves una mariposa viajera en la pantorrilla izquierda; a los sospechosos severos una lechuza en la palma de las manos y a los criminales convictos y confesos una guadaña en la frente.

Para la selección y "etiquetamiento" de la población el gobierno hizo su "outsourcing" directo y sin las fastidiosas cotizaciones, contratando unas "pisiquicas" o adivinadoras. Y para suerte de la familia mi sobrina Simona y su amiga Mitzaya que practican este arte milenario han salido favorecidas a pesar de que no tienen conocidos entre "los grandes".

Ellas a través del fondo del vaso (lleno o vacío) te leen la vista, donde, dicen ellas que saben de eso, queda grabado todo lo que viste. Con la ayuda de una PC atómica, van a cruzar las visiones según la edad, sexo, estado civil y el vestido que lleva puesto y así, con toda transparencia se puede saber quién hizo qué. De

Las Insurreciones de los Insurrectos

Hacía buen tiempo que no conversaba con mi amiga la ilustre Juana Peña que con su gran talento desenmascara filisteos por doquier. Me cuenta que estuvo de viaje y al regresar encuentra al país sufriendo una epidemia de insurrecciones, lo que la ha llenado de desasosiego. En los dos últimos años ha habido innumerables protestas, por una cosa o por otra ley, por los aumentos y los ensanches, por los muchos crímenes y criminales sin nombre y por los desatinos de los que mal escogen...

Dice la Juana que este gran desorden entre otras cosas te indica complicidad y encubrimiento por parte de las autoridades y demás interesados, por lo qué: los que deben cuidar no cuidan y roban y matan y los que deben defender agreden y humillan por doquier. Según Juana, a ella le contaron que es tal el tráfico de influencias que los "leguleyos padres de no sé quién" no se dan abasto intercambiando figuritas entre primos y parientes, amiguitos y los compadres de mi papá. ¡Qué horror! Según Juana hay que temer, ya que parecida era la cosa en los tiempos de la venta de indulgencias, que si bien muchos compraron, los que

Últimamente, son muchos los asesinatos y suicidios, en particular entre las parejas que algún día se amaron. ¿Cosa rara esta? dice Juana Se quieren tanto que se dan de puños, patadas y empujones y cuando esta desmesura se les queda chica, el agresor (que casualmente es hombre) les da de tiros. Esa es otra

Me dijo Juana Peña, que a ella le contaron por la red que un personaje, de los señalados con el dedo se vio en vuelto en una de esas trifulcas domésticas en donde empujaba por doquier y en privado a la Señora, hasta que se hizo pública la azotaína. Y en mal momento... cuando entre una larga lista de candidatos había sido escogido precisamente para defender lo indefendible que generalmente afecta a las desposeídas de bienes y de afectos. Una avalancha de clamores iracundos envuelve a la ciudad, dando tumbos entre periódicos, emisoras y televisoras y finalmente las calles se tiñen de rosado con el andar de las

El recién escogido dizque por su don de gente, pureza de alma y gran corazón, se transforma en personaje indómito y levantisco. Con una sonrisa torcida y mirada fulgurante, falto de toda ecuanimidad, según nos cuenta la Juana, arremete contra todo lo que mueva. Dice varias veces, que todo es puro "bullshhhhtttttttt" de los proclives funcionarios que corrigen los males sociales; Ellos solo buscan favorecer a las mujeres (no se con

Me contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendi, lo hice y lo aprendi. Confucio

Estando hablando Juana Peña y su "fren" Josefainn, comentaban qué por aquello de alguna crisis hay muchos "comiéndose un cable" a falta de otro "refine"; según ellas hay un pocotón gente sin trabajo, dizque porque no hay puestos libres ya que los viejos ni se jubilan ni se mueren. Es lo que hoy día les da por llamar la crisis demográfica por larga vida.

Dicen ellas que los desempleados andan más prendidos que velas en cuaresma, contándoles las canas a cuanto funcionario encuentran para ver si logran calcularles la edad. Hasta se contrataron al sociólogo el Dr. Edigio Menagio quién les inventó una matriz, la jubila-métrica (Jume), donde se correlaciona el número de canas con los años de vida, controlando la intervención del estrés y alimentación. Tenemos entonces que la tasa bruta de jubilación se saca con la siguiente fórmula: (número de canas por pulgada2 / Pob. de 50 y más años de edad) por 1000. A mayor número de canas mayor edad, pero se excluyen los casos en que se tengan canas pero no arrugas, pero se incluyen los que tengan muchas arrugas aunque pocas canas. Según mi amiga "la maestra jubilada" esto va a presentar serios problemas al contar las canas por aquello del "exe óptico"

Pero de todas maneras "la calavera es ñata". El otro día haciendo mi fila de jubilada en una oficina pública escuchaba con no poco temor los comentarios ácidos y estridentes de unos hombres que hacia buen rato "parqueaban" al final de la fila de los supuestos jóvenes poco bellos. Murmurando con acidez que estaban hartos de ver a ese poco de viejas sinvergüenzas pasar primero que ellos solo porque dizque son jubiladas. ¡Míralas! Decía uno de ellos, "esa vieja t´a entera, ni bastón usa y té apuesto que hasta marido tiene". Cuándo la última jubilada llegó a la caja, los jóvenes iracundos gritaron al unísono ¡ni un jubilado más!!! Fue entonces cuando la jubilada se volteó y con la gran certeza poética que da la edad les dijo: "Yo estoy aquí no por lástima sino por ley. Si no les gusta, vayan a la Asamblea, contraten sus maestros con megáfonos y a gritar se ha dicho o se los comen los bichos. Y cómo son las cosas allá, para cuando los atiendan, ya tendrán mi edad y nada de qué quejarse".

Con la comida pasa otro tanto. Me decía mi amiga psicóloga, la Dra. Loquela que era una vergüenza que pidiera descuento por un emparedado que no costaba ni $5.00, que cualquier día iba a pedir descuento por una soda como cualquier "ratiblich". Bueno realmente

REMINISCENCIAS

Iniciamos las crónicas de la vida y milagros de Juana Peña y sus amigos, allá por el año 88, un domingo 24 de enero del siglo pasado. Eran tiempos tumultuosos que presagiaban aquello que dice que "lo que mal empieza mal acaba", lo que todo el mundo sabe pero no quiere saber. Que estas reminiscencias nos sirvan de reflexión, pues como dijo alguien que sabía de todo "la historia se repite en espiral" y aquí esto no se ha acabado.

En nuestro patio sigue predominando la voz de "radio Querosín", a pesar de las computadoras y demás yerbas aromáticas. La verdadera verdad del "qué es lo que es" se sabe en la calle. Montada en su "bucéfalo" Juana Peña va de un lado a otro de la ciudad observando matrimonios, entierros, fiestas de cumpleaños y una que otra manifestación y así poco a poco cuenta lo que cualquier otra "lengua mortal decir no pudo".

Los amigos de Juan Peña son en su mayoría gente pobre pero decente, "rabiprietos" del arrabal; no son personajes ficticios y cualquier parecido con la realidad no es casualidad. Sus días transcurren en un solo "tejemeneje" y un solo tira y jala buscando el pan. Todos andan a pie o en "diablo rojo", lo cual puede ser una ventaja hoy día ya que no tienen que preocuparse por ver donde se estacionan o porque le rompan los vidrios.

Hoy nos cuenta Juana Peña la muerte a tiempo del hijo de una amiga. Este siempre andaba por ahí buscando la forma de ganarse la vida, pero con tan mala suerte que siempre se metía en líos con unos y con otros. Esto al fin de cuentas vino a resolverle el problema, ya que no tuvo que pensar más en ganarse la vida, pues la perdió.

Todo terminó una noche. Ese lunes en vez de ir a buscar el pan con la plata ajena, salió con unos amigos a buscar unas "giales", cuando un tipo a quien él había bolseado el otro día lo alcanza a ver y sin pestañear para no espantarlo, con su filo le "midió el aceite". Todo fue tan rápido y en ese momento, de un solo golpe le quitó dos oportunidades al mismo tiempo: la continuar con su vida y/o arrepentirse de ella.

En el barrio todos se conmovieron con su muerte, lo lloraba su madre, sus hermanos, sus mujeres, aquellos que solo lo conocían de oídas, en fin "tutirimundi", pues da la casualidad que esa noche él no estaba haciendo nada malo, sólo cogiendo fresco con sus amigos. Todos comentaban la tragedia, la "sal del tipo" que el día que va a "flintear" se lo llevan en los cachos.

Reminicencias

Hacía buen tiempo que no conversaba con mi amiga la ilustre Juana Peña que con su gran talento desenmascara filisteos por doquier. Me cuenta que estuvo de viaje y al regresar encuentra al país sufriendo una epidemia de insurrecciones, lo que la ha llenado de desasosiego. En los dos últimos años ha habido innumerables protestas, por una cosa o por otra ley, por los aumentos y los ensanches, por los muchos crímenes y criminales sin nombre y por los desatinos de los que mal escogen...
Dice la Juana que este gran desorden entre otras cosas te indica complicidad y encubrimiento por parte de las autoridades y demás interesados, por lo qué: los que deben cuidar no cuidan y roban y matan y los que deben defender agreden y humillan por doquier. Según Juana, a ella le contaron que es tal el tráfico de influencias que los "leguleyos padres de no sé quién" no se dan abasto intercambiando figuritas entre primos y parientes, amiguitos y los compadres de mi papá. ¡Qué horror! Según Juana hay que temer, ya que parecida era la cosa en los tiempos de la venta de indulgencias.

Últimamente, son muchos los asesinatos y suicidios, en particular entre las parejas que algún día se amaron. Cosa rara esta, dice Juana. Se quieren tanto que se dan de puños, patadas y empujones y cuando esta desmesura se les queda chica, el agresor (que casualmente es hombre) les da de tiros. Esa es otra.

Me dijo Juana Peña, que a ella le contaron por la red que un personaje, de los señalados con el dedo, se vio envuelto en una de esas trifulcas domésticas en donde empujaba por doquier y en privado a la señora, hasta que se hizo pública la azotaína. Y en mal momento... cuando entre una larga lista de candidatos había sido escogido precisamente para defender lo indefendible que generalmente afecta a las desposeídas de bienes y de afectos. Una avalancha de clamores iracundos envuelve a la ciudad, dando tumbos entre periódicos, emisoras y televisoras y finalmente las calles se tiñen de rosado con el andar de las féminas.

El recién escogido dizque por su don de gente, pureza de alma y gran corazón, se transforma en personaje indómito y levantisco. Con una sonrisa torcida y mirada fulgurante, falto de toda ecuanimidad, según nos cuenta la Juana, arremete contra todo lo que se mueva. Dice varias veces, que todo es pura "M..." de los proclives funcionarios que corrigen los males sociales; Ellos solo buscan favorecer a las mujeres (no se confunda con los favores de los reclusos). Y sigue diciendo el "escogido" de acuerdo a la lógica del mal de muchos consuelo de bobos, que los hombres también son maltratados, así que ¿por qué tanto alboroto? Con la voz quebrada por la indignación me sigue diciendo Juana, que al fragor de los cruces de palabras y la vocinglería de las marchas, el susodicho, empezó a cultivar con toda desmesura e impudor posible, la más desaforada defensa tanto de sus acciones, como de su destino manifiesto, ya que ha sido el escogido entre todos los otros. Concluye entonces que todo esto no es más que el resultado de una horrenda envidia por parte de uno que se quedó "vestido y alborotado".

Estos comentarios desatinados dieron lugar a una gran hecatombe que a muchos les dejó el alma seca y la boca abierta y los que metieron la pata dieron pruebas asombrosas del más deslumbrante talento para decir mucho y no decir nada. Quizás este sea el caso cuando las catástrofes se convierten en coyunturas milagrosas, sobre todo si ayuda a algunos a superar su mediocridad asfixiante, creándoles tribulaciones en la conciencia.

Panamá, domingo 9 de abril de 2006

¡A veces recordar es vivir!

Hace unos meses la Juana cayó enferma, lo que la ha tenido fuera de circulación por algún tiempo y muy a su pesar, porque tiene dificultad para andar. Todo empezó una semana antes de su japiverdei con un fuerte dolor bien localizado, pero de procedencia incierta, que logro burlarse de los diagnósticos apresurados de galenos improvisados. ¡Que horror! Pues mientras estos últimos trataban de adivinar "qué fue lo que pasó y por qué ella se enfermó" la pobre Juana se desvanecía en quejumbrosos lamentos. Pero estos no sabían y ni siquiera suponían de donde procedía el mal que a Juana tanto le dolía.

La familia y amigos se arremolinaban alrededor del lecho de la enferma, murmurando frases de consuelo con la voz quebrada ante la mirada vidriosa de aquella. Finalmente, dada la creciente gravedad, se recorre el único y último camino (antes del camposanto) hacia el hospital, empezando entonces la vía crucis hacia la sanación.

Estando recluida en el nosocomio, Juana es abatida por la desesperanza e incertidumbre ante el terror cósmico de una muerte segura, como si esto fuese alguna novedad, ya que siempre se ha sabido que la gente tiene que morirse. Pero poco a poco, entra en contacto con una extraña realidad: gente que va y viene y en el camino no se detiene; gente que habla a gritos sin piedad ni conmiseración por los que allí tienen que "echar espalda" con los brazos "engargolados" por tubos plásticos llenos de líquidos amarillos; gente que dizque va a ayudar, pero más bien es a molestar.

Como en todo buen hospital hay enfermos y muchos luego de grandes dolores irreversibles se mueren entre el "llanto y crujir de dientes de familiares y amigos". Hay otros según cuenta la Juana, que se han "echado a heder" luego de ser vapuleados duramente por familiares, quienes a "raja tabla" les enrostran su falta de salud, como si eso fuera una opción a escoger.

Tal fue el caso de una madre de familia dizque llamada Urmila que retozaba de dolor ante la mirada impávida de su cuidandera, la joven Euyira, que sólo la cuidaba con los ojos, pues ella no estaba para otra cosa. El día que fue a visitarla uno de sus vástagos, este arremetió contra ella con un rosario de vulgaridades y amenazas, dejando en el ambiente una estela de terror indescriptible. Imagínense ustedes a aquella mujer tirada en una camilla y arropada con dolores oyendo a su hija decirle que "pobre de ella si se curaba, porque entonces sí le entraba a golpes".

Otro caso de horror fue el de la señora Dafnelein, que no era ni gorda ni flaca, ni alta ni baja, solo común y corriente. Esta lloraba incansablemente en su silencio mudo, por la ausencia de sus seres queridos a la hora de la visita y por supuesto por los dolores que sufría. Un mal día el viejo marido la visitó y la mugre le saco entre gritos e improperios salpicados de manotazos. La pobre Dafnelein a quién nadie pudo socorrer,nunca más vió un amanecer. Y por aquellas cosas de la vida tuvo, que enfrentar, en sus últimos momentos, el haber querido a quienes la odiaban y que al final la mataron a gritos.

Ante esto, dice la Juana, solo nos queda orar diciendo: "Ánimas del purgatorio, ¿quién las pudiera aliviar?, que Dios las saque de penas y las lleve a descansar".

No Todo el que Busca, Encuentra

Me encontré a la Juana de nuevo sentada en el Parque de Catedral, con su amiga la Mayrubys dizque pensando en la "inmortalidad del cangrejo". Parece que ahora que esta anda de desempleada le ha dado por darle al intelecto, aunque vacío.

¿Qué es lo que qués? le dije por no dejar, a lo que me contesta, "aquí pues, naa", leyendo el periódico a ver si consigo algo que hacer que no sea sacar pollos a vender, para asegurarme "el refine", aunque ahora sin arroz. Pero que va, "naa que ver". Tu sabes que yo estoy en el negocio de la belleza, pero parece que ese "bisness" se ha vuelto muy sofisticado, dizque tienes que ser carismática de buena apariencia, con idoneidad en uñas, cabello y depilación; saber inglés o escribir en com-pu-ta-do-ra. Te pagan salario básico más comisión y propinas.

La vida esta cada día mas cara, unos comen siempre, otros a veces y mal y a nadie le importa. Pero pasa algo raro a la hora de buscar y encontrar trabajo, todo el mundo esta seguro de que alguien puede hacer el trabajo que cualquiera hace, pero al final resulta que nadie lo hizo. Entonces se reverberan los ánimos, ya que alguien creyó que se trataba del trabajo de todo el mundo y que cualquiera podía exigirle a alguien que lo hiciera y acusar a cualquiera de no hacer el trabajo de todo el mundo. Pero en fin, la vida es muy corta para perder el tiempo preocupándose por esto. Después de todo, hay más gallinas que gente en el mundo.

A este paso, dice la Mayrubis voy a tener que poner uno de esos anuncios personales como los que salen en el periódico a ver si logro algo. Que tal si te digo que ahora que vuelven otros gringos la profesión más antigua de la humanidad vuelve a "coger vapor". Y con la ventaja de que para eso no hay que estudiar ni tener idoneidad, solo practicar. Por ejemplo, acota Eugira que se une al grupo, para uno que diga: "Conoce a madurita con glamour, pura sensualidad. Oferta no apta para cardíacos". O quizás algo como "Cuarentona atractiva, elegante, buen busto y fuertes nalgas, tierna, cariñosa y descomplicada". O algo mejor como, "Mujer veterana, tierna dulce y cariñosa que te hace realidad tus fantasías". Pero muy sabiamente concluye Eugira que solo una mujer sin la imaginación de Scherezada necesita valor y un paladar sin escrúpulos para compartir sábanas con los bagres que contesten los anuncios. Cómo dice el estribillo:

"Bajo la luna
El no quiere a ninguna
Y ella solo busca una
Una cintura donde desbordar sus locuras
Una aventura que pronto terminara en tortura"

La Juana revuelve su maraña de dendritas, buscando las conexiones para "saber lo que debe ser y lo que puede suceder". ¡Que vaina! Ya no importa "lo que tu ojo ve", pues dicen que ahora si es cierto aquello de que no todo lo brilla es oro. La película sicalíptica de nuestra vida nos recuerda una enseñanza inútil que postula que siempre se ven las caras y no los corazones. Para evitar trifulcas inútiles no hay que ganar todas las discusiones; a veces es mejor estar de acuerdo con el desacuerdo, no sea que nos pase lo de Rosita, que "el día que la mataron, Rosita estuvo de suerte; de tres tiros que le dieron, tan solo uno era de muerte."

Y llegó otro año y más de lo mismo...

La Juana revuelve su maraña de dendritas, buscando las conexiones para "saber lo que debe ser y lo que puede suceder". ¡Qué vaina! la vida en la city sigue complicándose cada vez mas dizque con lo de la "burbuja". Ya no importa "lo que tu ojo ve", ya que lo de hoy no será lo de mañana. "Camina por aquí, camina por allá y sin darte cuenta no regresarás, ya que te perderás o algún maleante te secuestrará"

Las casas y edificios parecen poseídos por las hordas de Megatrón transformándose e invadiendo cuanto lote vacío encuentran y si no está vacío lo vacían tumbándolo que encuentren. Pero el horror de los horrores según la esposa de mi sobrino Cosme, la Yanaris, en poco tiempo la ciudad se ha convertido en un torbellino de gente que invade lugares otrora tranquilos y seguros.

Sospechando perversidades ocultas en este "tejemeneje" la Yanaris observa desde su ventana, cómo al alba ejércitos de obreros /vendedores/desocupados y ladrones se desplazan hacia las construcciones destructivas de los barrios tranquilos y luego para volver a sus "chantis" toman por asalto a los destartalados "diablos rojos", encaramándose por puertas y ventanas, aplastando a cuanta vieja gorda se les cruce en el camino.

La ciudad se desordenó con los estorbos del Ministerio de Obras Punibles, que no vacila en apadrinar la construcción de cualquier pedestal ensortijado, siempre y cuando le ofrezca alguna retribución.Aterrador no.... los buses que ahora van para allá antes venían para acá y lo "pior" es que alguna gente hasta camina "pa trás". Supongo que para recordar el camino recorrido y no dejarse agarrar de congo.

Euyira y Ayira, las gémelas de calle 12, ahora se las tiran de más, ya que tienen un puesto de comida por Marbella, en tremenda acera, cerca de una de las construcciones de los yeyesitos. No hay quién las aguante, hasta se maquillan con arabescos inescrutables dizque para vender más a los buays del suncratas. "El que se atreve a salir, no tiene porvenir, pues no sabe por dónde ir, ya que las calles se han vuelto un laberinto sin fin...."

"Áyala vida" dice la Juana, esta vorágine apocalíptica además de todo, creo yo, ha favorecido a la "maleantada" que, aprovechándose del desconcierto de los transeúntes buscando su ruta, asaltan a trocha y mocha a cuanto hombre mujer y niño se encuentran o se los llevan a darle su paseíto "rascabuchón "que bien puede terminar en el panteón. Me espeluco de solo pensar que azorados delincuentes me arrastren dentro de un carro, me tiren en el asiento de atrás y posiblemente uno se me siente encima y sabrá Dios que viene después. Tenía razón Borges cuando dijo que "uno de los hábitos de la mente es la invención de imaginaciones horribles".

Y las autoridades incompetentes, bien gracias y usted, "nada que verrrr". Según ellos es un problema de bandidos desocupados que se están ocupando. Mi sobrina Simona y su amiga Mitzaya que trabajan de noche en un centro recreativo, han oído cantar a los que cuidan la inseguridad este curioso estribillo "por aquí pasó, te lo digo yo, (bis) el rechinchat se formó y el diablo se los llevó".

Y mientras eso pasaba la marabunta entraba y a acosar empezaba a todos los que allí llegaban. Pero eso no es todo, según un Misterio de Desarrollo Antisocial la solución es la risa el remedio infalible: de 100 a 200 carcajadas equivalen a 10 minutos de jogging. Baja el estrés y despierta células naturales de defensa y muchos anticuerpos.

Enero 2009

A mas años, más desengaños

Recuerda la Juana que años atrás, en la "demodesgracia" antes de la dictadura, para las elecciones, al igual que hoy, los candidatos andaban en eso de ¡yo prometo, tu prometes y nadie cumple! Eran los tiempos del "quítate tú para ponerme yo", de la revolución de los empujones, donde ganaban los "mamullones".

Algunos dizque se inventaban cosas malas de la gente buena siguiendo la línea de que todo lo que parece cierto hay que ponerlo en duda. O cómo bien dijo su gurú Maquiavelo, "Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres". Los medios, "sueltos de madrina", ya que entonces no había quién le pusiera el cascabel al gato, no dejaban títere con cabeza y todo lo que sabían u otros les decían ahí mismo lo escupían.

Algunos dizque se inventaban cosas malas de la gente buena siguiendo la línea de que todo lo que parece cierto hay que ponerlo en duda. O cómo bien dijo su gurú Maquiavelo, "Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres". Los medios, "sueltos de madrina", ya que entonces no había quién le pusiera el cascabel al gato, no dejaban títere con cabeza y todo lo que sabían u otros les decían ahí mismo lo escupían.

Las elecciones eran unos "trepaquesube" memorables, en donde la "prestidigitaición" (los mas prestos en digitar) hacia la diferencia ya que los candidato y sus combos de "ratibliches" tenían que llevar las urnas a toda mecha a su centro y al que más rápido le digitaban los datos ese era el que ganaba. ¡Imagínate! el berrinche de esta marabunta tratando de llegar primero, dando paquetazos a diestra y siniestra para evitar que las "guíales" le cantaran el bolerito aquel que dice: "He sabido que te amaba cuando he visto que tardabas en llegar" o"Quién sabe por dónde andarás, quién sabe qué aventuras tendrás, que lejos esta de mi"

Según el sociólogo el Dr. Edigio Menagio, se trataba de un problema "escructural", una "contracción" de las chicas sociales que no le daban paso a los de menos que se creen de más o a los de más que quieren aparecer de menos. Es por eso, dice la Juana y su "fren" Josefainn, que algunos candidatos cambian sus "florshine" por las chancletas o cutarras de sus pobres seguidores. No era de extrañar entonces, ver gente muleando con sus dolce&Gabbana y a otros enchancletados en sus cadillac.

A falta de la tele, el fax y la internet, los candidatos rodeados de avivatos seguidores recorrían plazas, plazoletas y zaguanes vociferando enardecidos discursos. Como no había nada de eso de defensores públicos autorizados ni de derechos para los maltrechos, la gente decía todo lo que quería y si a alguien le dolía su varillazo recibía. Los domingos se organizaban aquellas maratones llamadas la Vuelta al Terraplén en donde los candidatos competían corriendo desde el Parque de Santana, bajando por Salsipuedes hasta el mercado público y subiendo por Ave. B a ver quién llegaba primero a la Presidencia. Al que ganara cien veces la vuelta le daban la Presidencia, cosa que nunca paso pues los candidatos o eran gordos o perezosos y muchos se quedaban refrescándose con el "pan líquido panameño" en la célebre Bocatoreña o "monchando barbicui" de carne en palito en el terraplén. Y así sucedían las cosas y nadie se quejaba porque palo se le daba al que a los al pié de guerra enfrentaban.

Enero 2009